sábado, 29 de enero de 2011

Capítulo 8: Alegría y tristeza

Con los tres en la habitación Rigobertín comenzó a examinar a la madre de Kasimiro, pero era un examen un poco raro y Kasimiro y Luna se dieron cuenta, entonces de forma un poco grosera Kasimiro le dijo al doctor Rigobertín, “oiga doctor, ¿es necesario quitar el sujetador a mi madre para el examen? Es que de verdad no lo entiendo, y lo de meterle la mano en el chocho tampoco lo entiendo”, por lo que Rigobertín contestó, “totalmente necesario, tengo que tocarle las tetas por si la encuentro alguna cosa, y además lo del chocho es esencial ya que se lo acabamos de curar y hay que probarlo un poco haber si está bien”, entonces Rigobertín se empezó a quitar la ropa y esto ya si que resultaba raro a los dos chiquillos, y Luna le dijo por lo bajo a Kasimiro, “oye Kasimiro que yo creo que le quiere hacer el coito”, y Kasimiro extrañado la dijo, “ya lo veo ya”, y Luna le contestó, “¿y no vas a hacer nada?, y Kasimiro se quedó pensando y respondió, “hombre, pues no sé, es que puede que tenga razón con lo de probar el chocho”, pero cuando el doctor ya se iba a sacar el pene le dijo a Kasimiro, “no te preocupes que esto es normal”, y Kasimiro por un momento se acordó de esa voz y gritó, “¡Ribogertín!, o Gastín o quien quiera que seas, ¡tú no eres médico!, y Rigobertín le contestó, “me has pillado, soy yo, pero ya es tarde”, y Rigobertín metió la mano en el chocho de la madre de Kasimiro y tiró, Luna y Kasimiro empezaron a gritar, la madre de Kasimiro despertó del dolor y los gritos, mientras Rigobertín echaba la cerradura de la puerta, aquello era una locura, se lleno todo de sangre, salía a chorros y la habitación se empezó a poner de color rojo, Kasimiro se acercó a su madre y la dijo que la quería, y ella le contesto que también y murió. Kasimiro se puso a llorar, pero no tanto como cuando el buterfree de ash se tuvo que ir. Luna estaba sentada en el sillón sin saber qué hacer y Rigobertín se la acercó y la enganchó por detrás, y la dijo “como te muevas tomaré tu chocho”, y ella se quedó quieta, pero Kasimiro le dijo “suéltala ahora mismo o te mato”, Rigobertín se empezó a reír y le dijo, “de verdad Kasimiro, te he engañado como he querido, no existe ese tal Gastín, soy yo, yo hizo todo, yo revente a las chavalas, yo entre en casa de tu mama para hacerla daño, ahora he conseguido matarla, y he vencido al Alto Mando, no como tú”, entonces Kasimiro le miró y pensó, “joder yo no he vencido al Alto Mando todavía, y encima es verdad que me ha engañado”. De repente la puerta comenzó a sonar, era la policía, se ve que con los gritos se encargaron de avisarla. Kasimiro dijo, “Rigobertín quita la mano de ese chocho que no es tuyo”, pero Rigobertín dijo que no. De repente sonó el cristal de la ventana, y lo atravesaron cinco chicos, eran los amigos de Kasimiro, cayeron todos sobre Luna y Rigobertín, Luna se separó de este y se pegó a Kasimiro, ¿Pero como entraron por la ventana?, uno de los amigos de Kasimiro dijo, “Gracias pidgeot”, y ya lo entendieron todos. Los amigos de Kasimiro rodearon a Rigobertín y le dijeron, “te has pasado con nuestro amigo, además los chochos de esta ciudad son nuestros”, asique con su DS en la mano todos se abalanzaron sobre Rigobertín y le empezaron a morder, Rigobertín no podía hacer nada y dijo, “¡Kasimiro te acordarás de mí!”, y Luna respondió, “Y tú de mi chocho”. Los chicos ataron a Rigobertín y abrieron la puerta a la policía, la cual entró y se montó una buena.
La policía se llevo a Kasimiro, y a Rigobertín, Kasimiro les explico todo, y a la policía todo le pareció creíble pero tenían que comprobarlo, asique entraron en casa de Rigobertín y vieron un montón de chochos por ahí, lo encerraron para toda la vida en la cárcel, y Kasimiro fue liberado.

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